jueves, 28 de marzo de 2013

La realidad de mi presente


Parpados pesados, corazón latente, pequeñas esferas de cristal que deambulan en mi mente y me llenan de dudas, un silbido ensordecedor que anuda en mi garganta una tempestad y hace que mi corazón se acurruque entre los brazos de mi ser.
Es como estar sentada en el medio de una inmensa habitación con paredes blancas con polvo esparcido por todo el lugar, soledad acompañada, multitud desconocida, un montón de caras totalmente desconocidas que perturban mi pensar, pasos agigantados y apresurados sin tiempo para meditar.

Decisiones equivocadas, sentimientos bloqueados, yo, en medio de personas petulantes que parecen disfrutar la vida, mientras yo me amargo porque no existe la justicia.
 Permito que cada milímetro de mi piel sienta las experiencias vividas, me entrego, los demás solo disfrutan sexo de una noche, aventura corriente del desesperado.

Yo entregada a los libros y aun sin saber nada, ellos creen saberlo todo y no saben nada, consigo refugiarme en mis pensamientos, ese es mi mundo, ese es mi cuerpo ¿Debo ceder? Sólo por ellos, ¿Debo continuar? Sólo por mí, mis motivos, mis razones. Logro desnudar mi cuerpo pero si me analizo pierdo el equilibrio, he de estar entorpecida por algún mito estúpido de esta sociedad que solo busca la perfección, pero la perfección no es suficiente, no funciona.

El tiempo descontrolado, la manecillas del reloj giran en sentido contrario, ¡recuerdos!, recuerdos agobiantes que me dan la leve sensación de inseguridad, la sensación de haberlo tenido todo y luego haberlo perdido sin más remedio como sujetar arena entre mis manos que se desvanece entre los dedos.

Ver hacia atrás es como una película que se proyecta totalmente nítida sin cortes, ni dramas, siempre positivo, tonterías y emoción, pasión y entrega, felicidad y vehemencia.
Ver hacia delante es como un pasillo mágico con una luz interminable que te ciega y te da la sensación de un vacio en el estomago, es tan incierto como verdadero, emocionante y esperanzador.

Esto no me detiene, yo continuaré, amando, llorando, riendo, gozando cada detalle, como yo solo lo puedo hacer.

 Saboreando la luz de la luna todas las noches y refunfuñando con el sol por las mañanas. Nostálgica con las lluvias, temerosa con los truenos y relámpagos y amando lo nublado, da la sensación de estar en un punto medio entre el día y la noche, acrecienta mis ganas de amar



                                                                                                                                             NaivivGarcia